Historia Iglesia


Artículo de Víctor Celorrio Lázaro publicado en la revista nº 19 de Julio de 2024 de la Asociación ARCES de Soto en Cameros

Ésta soy yo y mis circunstancias

Son muy pocas las historias que se cuentan solas, por eso vengo a contaros la mía. Llevo tantos años aquí que me cuesta recordar cuando llegué, dicen que mis orígenes datan del siglo XIII, y que, tras varias ampliaciones, llegué a ser lo que hoy día ves en mí entre mediados y finales del siglo XVI. El último remozado fue realizado en su mayoría por Juan de Guerricaiz hacia 1565, siendo el último tramo de Martín de Garaizabal y sus hijos Juan y Miguel entre 1573 y 1584. La terminación hacia 1590 correspondió a Miguel de Arza.

Me levantaron con piedra arenisca y conglomerado del entorno. En tiempos estuve encalada por el exterior, aún queda algún pequeño vestigio en mis paredes. Mi “cuerpo serrano” está formado por cuatro dependencias: nave, sacristía, hórreo y torre.

El hórreo, accesible por dos puertas, una junto al frontón para la parte superior y otra junto a la puerta de la iglesia con acceso a la parte inferior. Lugar dedicado para guardar el grano, aunque en mi caso ha tenido otros usos, como escuela, hasta que se construyó el edificio de la plaza, o también fue el guarda y custodio de un ataúd para los entierros de los vecinos pobres.

A mi interior se accede a través de una portada renacentista, compuesta por un sencillo arco de medio punto sobre el que se asienta, con dos ménsulas, un friso corrido que a la vez sustenta una sencilla hornacina, también de medio punto, y bovedilla de cuarto de esfera estriada, al modo plateresco. Esta hornacina se enmarca entre dos pilastras geminadas y bajo un tímpano triangular. Hasta hace poco quedaban los restos de un gran atrio al que se accedía a través de un gran arco de medio punto.

Construcción de sillería y mampostería de una nave de dos tramos, crucero y cabecera ochavada de tres paños, con columnas adosadas y ménsulas y arcos de medio punto soportando crucería estrellada con combados curvos, excepto en cabecera y crucero que hay terceletes. A los pies hay coro alto sobre crucería estrellada con combados curvos. Sacristía al sur del primer tramo cubierta con terceletes. Torre a los pies de dos cuerpos en sillería y mampostería. Portada al sur, en el último tramo, bajo pórtico, de dos cuerpos; en el bajo, ingreso de medio punto entre pilas toscanas; en el segundo, hornacina con imagen de la titular. Bajo los revocos desprendidos, las bóvedas aparecen pintadas con temas renacentistas y casetonados.

Lado Evangelio: en el primer tramo, retablito de un cuerpo con corintias estriadas en ondas, clasicista de mediados del XVII, con imagen titular de San Andrés, sin piernas, manierista de mediados del XVI, y otra de San José barroca del XVIII.

En el brazo del crucero, retablito de dos cuerpos con sus zócalos, en tres calles, y ático con jónicas y toscanas, manierista de mediados del XVI, con imaginería de abajo a arriba y de izquierda a derecha de: San Juan Evangelista, Camino del Calvario, Última Cena, San Marcos y Prendimiento en el primer zócalo; San Juan Bautista, Anunciación y San Juan Evangelista en el cuerpo; en el segundo zócalo, San Mateo, Piedad, Sepulcro y Ascensión; despellejamiento de San Bartolomé y San Bartolomé en segundo cuerpo, y Padre Eterno en ático, todo coetáneo, y Concepción hispanoflamenca de fines del XV. Retablo de banco, cuerpo y ático con corintias pareadas, pilastras y frontón redondo, clasicista, con relieves de la Anunciación en banco y de la Coronación en el ático, e imagen titular de la Asunción, todo coetáneo, obra de Sebastián del Ribero hacia 1649.

Presbiterio: gran retablo mayor de dos cuerpos con sus zócalos, en cinco calles, con corintias y frontones redondos y triangulares, clasicista, obra probable de Sebastián del Ribero hacia 1650, con imágenes coetáneas de San Pedro, San Pablo, Santo Tomás y otro Apóstol en los cuerpos; pinturas en tabla coetáneas de Última Cena, Oración en el Huerto, Lavatorio, Jesús con la Verónica en el primer zócalo, Natividad y Epifanía en primer piso, San Ambrosio y San Jerónimo en el segundo zócalo, Anunciación y Visitación en segundo piso, imagen de tamaño natural de la Asunción, romanista de hacia 1570; en el segundo cuerpo, imágenes del Calvario, romanistas de fines del XVI; en el ático, pinturas en tabla de San Gregorio y San Agustín, renacentistas de la primera mitad del XVI; en el zócalo segundo, gran relicario en templete de dos cuerpos con estípites y bulbosas, relieve de la Coronación de la Virgen e imagen de San Juan de Dios, barrocos de la primera mitad del XVIII; en la casa central del cuerpo bajo, tras el relicario, pinturas en tabla de la Circuncisión y Jesús entre los Doctores, renacentistas de comienzos del XVI de escuela toledana, en muy mal estado; imágenes sedentes de San Pedro y San Pablo, renacentista de la primera mitad del XVI y manierista de mediados del XVI, sobre la mesa del altar.

Lado Epístola: en el brazo del crucero, retablo de dos cuerpos en tres calles, clasicista de hacia 1623, con pinturas en tabla de San Roque, San Blas, Misa de San Gregorio y San Sebastián, éste firmado: «Hierónimo Gentico faciebat año 1624», que realiza todo el retablo y su policromía; imagen de San Juan Bautista, romanista del XVI-XVII; relicario en templete manierista de mediados del XVI con relieve de Ecce Homo; retablito de un cuerpo, romanista de fines del XVI con imágenes coetáneas del Calvario. En el 2º tramo, imagen del Niño Jesús de la Bola del XVII.

Sacristía: imágenes de la Virgen del Rosario, romanista de comienzos del XVII, y del Crucifijo de la misma época; Crucifijo en bronce plateado de fines del XVI; Crucifijo en plata dorada de un copón, manierista de mediados del XVI; relicario de plata del XVIII con punzón de Logroño y JE/URRA[1]; custodia en sol de plata con punzón de Segovia, de fines del XVIII; cáliz de plata del XVII, con punzones de Logroño, P/BURGOS y BAIO[2]; cáliz de plata con punzones de Madrid de 1776 y MASCA[3]; cajonería clasicista de comienzos del XVII; dos dalmáticas de difuntos con cenefas y caídas bordadas, obra de Martín Pascual hacia 1627; cantoral en pergamino del XVII, en mal estado, obra de Fray Gabriel de Arellano.

Torre: de sección cuadrada, con una altura de 16 metros aproximadamente, se asienta sobre los restos de la anterior torre de estilo románico, los escalones están hechos de una sola pieza y tuvo 2 campanas en lo alto. El cuerpo alto se lo hizo Domingo de Legarra en torno a 1610.

Fui espectadora de excepción de diversos tipos de eventos, tales como bautizos, comuniones, bodas, funerales, entierros y festividades de diferente índole. Unos muy alegres y otros que no lo fueron tanto:

Bautizo

A veinte y dos días del mes de septiembre año de mil y quinientos y sesenta y dos años, fueron bautizados en una agua Pedro, hijo de Juan de Barrio Frío y de Juana, su mujer, vecinos de Luezas, y asimismo fue bautizada María, hija de Pedro Sáenz y de María, su mujer, vecinos asimismo de la dicha villa. Los abuelos del dicho infante Pedro, por parte del padre son Martín de Barrio Frío y Elvira Pastor, su mujer, vecinos de esta villa de Luezas, y por parte de la madre son sus abuelos Pedro García y Catelina Pascual, su mujer, vecinos asimismo de Luezas. Los padrinos de este dicho infante Pedro fueron don Álvaro de Arellano y Pedro Martínez, estudiante, habitantes de Luezas, y madrina María Pérez, mujer de Pedro García el moço, vecina de Luezas. Los abuelos de la dicha bautizada María, por parte de su padre fueron Romero Sáenz y Juana Martínez, su mujer, vecinos de Luezas, y los abuelos por parte de su madre fueron Martín Rodríguez y Catelina de Luezas, su mujer, vecinos asimismo de Luezas. Los padrinos de esta dicha infanta fueron Diego Pascual, estudiante, y Magdalena Martínez, hija de Martín Martínez de la Vilda y Catelina Rodríguez, tía de la ahijada, todos vecinos de Luezas. Y porque es verdad que yo Pedro Sáenz los bauticé, lo firmé de mi nombre (firma Pedro Sáenz clérigo).

Boda

A ocho días del mes de diciembre de este presente año de mil y quinientos y ochenta y seis años, contrajeron matrimonio por palabras de presente en faz de la Santa Madre Iglesia, después de hechas las moniciones que la Santa Madre Iglesia manda en tres días de fiesta de guardar, a Juan Martínez y Catelina Martínez, y Francisco Martínez y Marina Martínez, y Felipe Martínez con Ana Martínez; las dichas Catelina, Marina y Ana Martínez, todas las contrayentes, hermanas carnales, hijas de Francisco Martínez, difunto, y de María Pascual su mujer, vecinos de Luezas; y los dichos Juan, Francisco y Felipe Martínez, contrayentes suso dichos, hermanos carnales, hijos de Diego Martínez y de María Pascual, su mujer, ya difunta, vecinos de Luezas. Testigos que fueron presentes: Diego Ruiz y Francisco de Tejada y Fernando Pascual, vecinos de esta villa de Luezas, y otros vecinos de Luezas. Yo Pedro Sáenz, cura que los desposé y casé, y por la verdad lo firmé de mi nombre (firma Pedro Sáenz, cura).

Funeral

También fui cobijo de muchas almas eternas, los párvulos los enterraban bajo el coro, por su proximidad con la pila bautismal, en el resto del templo se enterraban los adultos, siendo el último enterramiento civil, dentro de mí, el de Josefa Bermejo en el año 1834:

En la Villa de Luezas y en el dia catorce de Junio de este presente Año de mil ochocientos treinta y cuatro, murió Josefa Bermejo, legítima Muger de Bernardo Martinez, naturales y vecinos de ésta, Edad cincuenta y siete años poco mas o menos, Enfermedad Perlesía: recivió el Santo Sacramento de la Extrema Unción tan solamente, pues los demás no pudo recibir por no permitirlo el accidente. Hizo Testamento (aunque era Pobre, por hevitar contiendas entre los Hijos del primero y segundo Matrimonio) en el Año mil ochocientos treinta, ante mí el infrascripto Cura, por no haber Escribano de fija residencia, en el cual manda que por su Alma y encargados se haga oficio de media Alma con arreglo a nuevos Estatutos, despues de hacer dos legados, uno a su marido Bernardo, me manda la Casa por sus Días y la mitad del Molino que tiene mancomunadamente; otro, a su Hijo Marcos Martinez, mandole una pieza do llaman el Hoyo del Ayedo; y en el remanente de sus vienes, deja por universales Herederos a Juana y Juliana Diez, Hijas de Jose Diez, su primer marido; y a Narciso, Lucía y Marcos Martinez, hijos de Bernardo Martinez, de su segundo marido. Su Cuerpo fue cubierto con una mortaja blanca y sepultado en la Capilla mayor al lado del Evangelio en el 3º Estado, 1ª Sepultura. Y para que conste lo firmo en esta dicha Villa y en los Dia, Mes y Año dichos ut supra (firma don Santiago de Leza) (Fuente: Archivo parroquial de Luezas, Libro de finados 1784 -1853).

Dicen que era bonita tanto por fuera como por dentro, mis enseres están desperdigados por diferentes iglesias, como por ejemplo en la Sagrada Familia de Logroño una imagen de la Inmaculada, una estatua de San Antón en la ermita de Nª Señora de los Parrales de Baños de Río Tobía, la Asunción en la parroquia de Pradejón, un apóstol en la parroquia de San Pablo de Logroño y gran parte del retablo mayor en el museo diocesano de la Catedral de Calahorra, así como el Sagrario en la Capilla Mayor de la dicha Catedral. Con motivo de la construcción del nuevo retablo mayor de la iglesia de Viguera, cuando en 1765 los administradores de la de Luezas compraron su retablo, habida cuenta de sus excelentes calidades, buen estado de conservación y su generoso tamaño, pagando en 1765 por él 33 reales y medio “de conducir el retablo” en caballerías, 601 reales y 8 maravedís “para la paga del primer plazo del retablo de Viguera” en 1766, 800 reales en 1767, 1004 reales en 1768 y 850 reales en 1769. Así mismo, en 1765 se encargó de armarlo convenientemente un tal Castillo y de incorporar a su alzado algunos elementos más ajenos a él. La experiencia sería tan provechosa que en 1776 volvieron a comprar un colateral de San Bartolomé por 312 reales a la iglesia de Nalda. (A. P. Luezas, Libro de fábrica 1720- 1816).

No he llegado a ser el majestuoso edificio que soy de no haber sido por los vecinos que tanto arraigo me tenían, aquellos que se marcharon a probar suerte a las Américas y nunca se olvidaron de mí, entre otros. Como por ejemplo los donativos que a continuación expongo:

La limosna que mandaron las devotas personas y vecinos de Luezas para hacerse unas imágenes para la iglesia parroquial de esta dicha villa, son como van asentadas y escritas en este libro amén acoge esta limosna, día de la Expectación de Nuestra Señora, a dieciocho días de diciembre año 1564:

Pedro Sáenz, cura, una fanega de trigo; Hernán Pascual de la Era Vieja, dos reales; Martín de Luezas, dos reales; Pedro Sáenz de Rodrigo, un real; Pedro de Barrio Frío, medio celemín de trigo; Diego Martínez, Alcalde, un ducado; Pedro Trevijano, dos reales; Hernán Pascual del Barranco, el moço, un real; La mujer de Pedro Pascual el moço, mandó un capón; Sebastián Pascual mandó, y su mujer, una fanega de trigo; La mujer de Diego Montalbo, dos celemines de trigo; Catelina, mujer de Juan de San Román, un celemín de trigo; Rodrigo Pascual, un real; Celedón Rabal, dos reales; Diego de Leza, un real; Pedro Pascual del Moral, un real

Bajo mis “faldas”, he llegado a tener dos ermitas bajo los nombres de Santa María de Royuela y de San Andrés. La 1ª dista una hora de camino hacia Terroba y la 2ª, ya inexistente, estaba en las inmediaciones del pueblo:

1795. También se visitó la ermita de San Andrés, que se halló indecente, su tejado con muchas goteras y el interior sin adorno, dos efigies muy grandes de Christo crucificado tan mal ejecutadas, deslucidas y ridículas que causan irreverencia, y en el centro de dicha hermita tienen como en custodia a una porción de teja por lo que prohibía y prohibió  S.S.Y. ([1] Su Señoría Ylustrísima.) se celebre en ella el santo sacrificio de la misa, y mandaba y mandó de las personas obligadas a su conservación, que dentro de seis meses de la publicación de este auto, la retejen, limpien y adornen, y dejen desembarazada y en disposición de que se pueda celebrar el santo sacrificio de la misa con toda decencia, lo que se hará a satisfacción del cura de dicha iglesia, a quien se daba y dio S.S.Y. comisión en forma para que en el caso de no conseguirse de las personas obligadas de la ejecución de las obras que necesita, proceda pasado dicho término a su demolición, aplicando sus despojos a quien correspondan y haciendo poner una cruz en el lugar que ocupa en señal de haber sido sagrado, y así lo cumpla dicho cura pena de 20 ducados y con apercibimiento que se procederá a lo demás que en justicia corresponda (Fuente: Archivo Parroquial de Luezas, Libro de fábrica  1720 – 1816)

También tuve varias cofradías: Diego Francisco Zebrian, escribano de S. M., que Dios guarde, Numero y Juzgado de la Villa de Nalda y del Ayuntamiento de este de Luezas, certifico, doi fee, y verdadero testimonio a los señores que el presente vieren, y leiesen; como en este dia han parecido antemi presencia los señores Christoval Pascual, Alcalde y general ordenanza de ella y su jurisdicción; Christoval Saenz Santa Maria, regidor; y Juan Martinez, Procurador Sindico general de ella; y baxo juramento, que de su propia voluntad hicieron, me han declarado que en esta enunciada Villa de Luezas solo hai fundadas tres cofradias; que la una se titula de la beracruz, de la que son Ermanos y Cofrades quasi todas las personas deste Pueblo, porque se asientan en ella de mui corta edad y al entrar en ella, cada un Ermano paga quatro reales por una vez, y anualmente un quartillo de trigo, con lo que se suplen los gastos de dicha Ermandad, que son una Misa al mes por los Ermanos vivos, y difuntos, y otra quando alguno de ellos muere.

 Que otra es la del Corpus Christi y se compone de doce ermanos. No tiene mas gasto que el de

 un refresco el dia del Corpus, que lo suple anualmente cada un Mayordomo por su turno, y este es moderado, y cuando entra a dicha hermandad cada uno lleva su Acha de Cera. Y la tercera es la del Rosario, que se compone de quarenta Ermanos, en esta son dos los Mayordomos anualmente, cada un cofrade mantiene su Acha de Cera, los gastos que la ocurren, como el de un refresco que tienen sus individuos el triunfo del Rosario, se suple por escote entre todos los Ermanos cofrades. Ninguna de las tres tiene renta, y sus gastos de Cera y Minas se suplen por en este entre los dichos Cofrades. Todas están aprobadas por el ordinario deste obispado de Calahorra y la Calzada, segun que asi resulta, aunque con mas extension, de sus respectivas fundaciones, a que se remiten. Asi lo dixeron y declararon, para que de ello conste y ovre los efectos que haia lugar, de pedimento y mandato de sus Mercedes, doi el presente, que signo y firmo junto con los que saben de dichos señores en esta Villa de Luezas, dia diez y seis de octubre año de mill setecientos setenta.

(Fuente: Archivo PARES, Cofradías y hermandades de los pueblos pertenecientes a la jurisdicción de la intendencia de Soria).

Ya sabrás quien soy, me “bautizaron” con la advocación de Nª Sª de la Asunción, una gran iglesia en una pequeña villa, a la espera de volver a lucir con gran esplendor.

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GLOSARIO

Casetonado: Cada uno de los adornos huecos geométricos, como cuadrados, rectángulos u octógonos, que se disponen en forma regular (parecido a un tablero de ajedrez) en un techo o en el interior de una bóveda.

Combado: Que tiene o ha adoptado forma curva.

Corintia: Propio de o relativo al más ornado de los órdenes de la arquitectura clásica, caracterizado por columnas acanaladas y capiteles decorados con hojas de acanto.

Dalmática: Una de las vestimentas litúrgicas utilizadas durante la celebración de la misa, específicamente la que le corresponde al diácono, pues la casulla está reservada al presbítero.

Estípite: Pilastra en forma de pirámide truncada invertida, con un elemento figurativo en la parte superior.

Geminado: Denominación empleada en arquitectura para referirse a la duplicación de elementos contiguos o adyacentes.

Manierista: Estilo artístico y literario del Renacimiento tardío, caracterizado por su refinamiento y artificiosidad.

Ménsula: Resalte, elemento perfilado con diversas molduras, que sobresale de un plano vertical y sirve para recibir o sostener algo.

Paño: Cada una de las secciones en que queda dividida una bóveda de crucería por los nervios.

Revoco: Revestimiento continuo con mortero de cal, yeso y en ocasiones cemento, que se aplica en las fachadas sobre un enfoscado.

Templete: Armazón pequeña, en forma de templo, que sirve para cobijar una imagen, o forma parte de un mueble o alhaja.

Tercelete: cada uno de los nervios o arcos de una bóveda de crucería compleja, de las propias del Gótico tardío, que va desde cada uno de los ángulos de apoyo, donde se une con los nervios o arcos diagonales, hasta las claves secundarias de la bóveda.

Tímpano: Espacio triangular que queda entre las dos cornisas inclinadas de un frontón y la horizontal de su base.

Toscano: Relativo a un orden arquitectónico muy habitual desde el siglo XV, no perteneciente al grupo de órdenes griegos, esto es, dórico, jónico ni corintio, tratándose de una simplificación del primero.

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nota: los datos descriptivos de la iglesia de la Asunción de Luezas han sido obtenidos en la obra:

MOYA VALGAÑÓN, José Gabriel (dir.), Inventario artístico de Logroño y su provincia, Madrid, Centro Nacional de Información Artística, Arqueológica y Etnológica, 1976, t. II, p. 330 y ss

[1] Para conocer el autor de una pieza de plata o al contraste, lo que más información aporta son las marcas de platero, que miden pocos milímetros y se hacen estampando un punzón o sello en la pieza. La marca JE/URRA corresponde a José Esteban Urra, platero que ostentó el cargo de marcador en Logroño a principios del siglo XIX. Por contraste se entiende la marca que se graba en objetos de metal noble como garantía de haber sido contrastada su autenticidad, así como la persona que ejerce el oficio público de contrastar, y también la oficina donde se contrasta.

[2] Marcas correspondientes a los plateros Tomás Eustaquio de Burgos, activo entre 1770 y 1788, y Juan José Álvarez Baio, natural de Matute, contraste que utilizó la marca BAIO desde 1770, estando activo entre 1747 y 1801. [1] Marca alusiva al platero Antonio García Mascaraque, nacido en La Solana (Ciudad Real) en 1746, que trabajó activamente en Madrid en el último tercio del siglo XVIII y primeros años del XIX.

[3] Marca alusiva al platero Antonio García Mascaraque, nacido en La Solana (Ciudad Real) en 1746, que trabajó activamente en Madrid en el último tercio del siglo XVIII y primeros años del XIX.